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Años atrás se tenía la costumbre de encender el motor y dejarlo calentar unos 5 minutos antes de empezar la marcha. En la actualidad, algunas personas lo siguen haciendo aunque, gracias a las investigaciones y desarrollos en automoción, ya no es necesario. Es cierto que el mayor desgaste de las piezas del motor ocurre en los primeros minutos de haber sido encendido, pero eso no implica que el coche deba estar detenido mientras se calienta. Lo más recomendable es calentar el motor en movimiento siendo especialmente precavido para evitar acelerones excesivos y altas revoluciones. Un calentamiento del motor en exceso contribuye de manera importante a aumentar la contaminación ambiental.
Para el correcto funcionamiento del motor, es importante que éste no esté sobrecalentado. Para evitarlo, el sistema de enfriamiento se encarga de retirar el exceso del calor en el motor y mantenerlo a la temperatura óptima de trabajo. Funciona muy parecido al ventilador de un ordenador. El sistema de refrigeración de un vehículo tiene diferentes partes, pero hoy nos centraremos en los líquidos anticongelantes/refrigerantes.
Almacenados en el radiador, su objetivo es permitir que el vehículo funcione expuesto a temperaturas extremas: enfrían el tanque hasta que el motor alcanza una temperatura suficientemente alta para abrir el termostato y permitir que el anticongelante pase a través del motor y lo mantenga a su temperatura óptima.
A pesar del nombre, juegan también un papel muy importante en verano puesto que su función se realiza en el circuito que “refrigera” el motor, por esa razón también se llama refrigerante.
Químicamente, son productos preparados a base de etilen-glicol y agua. Según la concentración del primer componente, existen diversas variedades que evitan que este líquido refrigerante se congele con temperaturas extremas:
- 10%, para temperaturas de hasta -4ºC
- 25%, para tenperaturas de hasta -12,5ºC
- 50%, para temperaturas de hasta -37ºC
Los refrigerantes tienen una importancia vital en el mantenimiento del vehículo y se deben adecuar a las exigencias cada vez más altas de los fabricantes de turismos, motocicletas y vehículos pesados: radiadores de aluminio y modernas aleaciones, con capacidades cada vez más ajustadas, ubicados en espacios cada vez menores y peor refrigerados, sometidos a mayores temperaturas de trabajo producto de la mayor potencia y rendimiento de los motores de los actuales vehículos.
En el caso de que no renueves el anticongelante dentro de los plazos recomendados por el fabricante, éste puede perder sus cualidades anticorrosivas, dando lugar a la formación de óxido de hierro que puede provocar un taponamiento en los radiadores, entre otros problemas. Lo habitual es cambiar el anticongelante cada 2 años o bien cada 40.000 kilómetros, aunque cada fabricante tiene sus propias indicaciones.
En compralubricantes.com encontraréis refrigerantes para coches y para motos. El líquido es de diferentes colores (verde, rosa, amarillo, etc.), para que sea más fácil de detectar en caso de fuga. De todas maneras, el color no va ligado a la calidad. Cualquier duda, consulta con nuestros expertos.