Averías que el atasco provoca en tu coche

Si pasas mucho tiempo en la carretera seguro que ya sabes que el atasco puede provocar más de una avería en tu coche. El frenar y reiniciar la marcha cada dos por tres, en cada atasco que cogemos a lo largo de nuestra vida, de alguna manera tenía que pasar factura. Pero esta no es la única maniobra que puede llegar a averiar tu coche, se dan muchas más y es importante tenerlas en cuenta y corregirlas.

Averías que el atasco puede provocar en tu coche

Avería en el embrague:

Cada vez que nos quedamos atrapados en un atasco el embrague es el primero que puede sufrir una avería, por eso para que sufra lo menos posible es importante seguir los siguiente consejos: arrancar en los atascos acelerando con la máxima suavidad sin que el motor llegue a superar las 1.200-1.300 rpm, pisar siempre el embrague a fondo cuando queramos cambiar de marcha y evitar estar parado con la primera velocidad puesta.

Avería en los frenos:

La mejor opción de todas no es esperar al último momento para frenar pero ni dentro de un atasco ni fuera de él. Frenar en el último momento incrementa hasta un 40% el desgaste de las pastillas y los discos de freno. Un buen consejo es utilizar el freno motor, levantar el pie de acelerador para que el coche baje la velocidad por sí solo e ir reduciendo de marchas.

Avería en el filtro del aire:

Pegarse demasiado al culo del coche que tenemos delante no te hace ningún bien, primero porque no estás respetando la distancia de seguridad y segundo porque la entrada de partículas de hollín y polvo procedente del tubo de escape del otro coche en nuestro filtro del aire puede perjudicar al motor impidiendo que no llegue el suficiente aire limpio para su combustión.

Avería en el sistema de refrigeración:

¿Alguna vez se te ha disparado la aguja del termostato del coche? No serías ni el primero ni el último. Esto suele ocurrir con más frecuencia en verano. Cuando los coches circulan, el aire de la parrilla frontal ayuda a refrigerar el motor pero si estamos parados en un atasco el sistema de refrigeración es el encargado de mantener la temperatura del motor. Si por un casual el radiador, el anticongelante, el termostato o el ventilador no estuvieran en buen estado, el motor podría sobrecalentarse.

Si te llega a suceder en alguna ocasión, pon la calefacción al máximo así conseguirás rebajar la temperatura del radiador.

Avería en la caja de cambios:

Si circulas habitualmente metido en un atasco, éste somete a un esfuerzo extra a la caja de cambio manual, sobre todo a la primera velocidad. Con el tiempo podrían aparecer holguras en los engranajes provocando fallos en las varillas de cambio, la inserción de marchas, etc.

Es verdad que hay factores que se escapan de nuestras manos pero la mayoría de las averías surgen por culpa del propio conductor, por falta de mantenimiento o más uso del vehículo.