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En verano nos encontramos en la época del año dónde más viajes en coche se realizan. Hay lugares y días específicos dónde se concentran un gran cúmulo de coches viajando. Son los conocidos atascos de verano, y sí, ahí es dónde podemos ver la verdadera naturaleza humana. Gracias a un estudio realizado por LSE se han determinado siete tipos de personalidades al volante en diversas situaciones ¡Seguro que te identificas con alguno!
Desde Compralubricantes.com, todo nuestro equipo de expertos en aceites y lubricantes nos hemos visto reflejados en alguno de los perfiles. El estudio ha sido realizado analizando los diferentes patrones de conducta que una persona puede desempeñar ante el volante. Dependiendo de la actitud de la persona será condicionada a reaccionar de una forma u otra. Hay que dejar claro que el estudio no determina que sólo podamos tener un tipo de conducta. Si no que dependiendo de la situación podremos reaccionar de una forma u otra.
El aislado.
Este tipo de conductor es aquel que no siente la necesidad de interactuar con otros conductores. Hay momentos como los semáforos o los pasos de peatones en las que los conductores entramos en contacto visual con el resto de personas. Ya sea con quien cruza la acera o con quien tenemos al coche de al lado en el semáforo. El individuo aislado es aquel que prefiere estar escuchando música o la radio antes que mantener ningún tipo de contacto visual con otro conductor. Son personas que se sienten más cómodas en su “micromundo” automovilístico.
El filósofo.
Es aquel perfil de persona más experimentada en el mundo de la conducción. Sabe comprender los movimientos de todos los conductores y encuentra la razón del porqué de las malas prácticas. Es un perfil de persona empática que puede ponerse en la situación del resto de conductores para entender que actos se llevan a cabo. Son conocidos por ser personas pacíficas y con buen temperamento.
El esquiva.
Es un conductor muy cauteloso que mira por sí mismo y su vehículo. A la hora de la conducción no busca la relación con el resto de conductores y siempre evitará al máximo las situaciones de tensión. Es un usuario que prefiere volver a su carril antes de que el de atrás vaya pisando los talones a velocidades muy altas. O es aquel que prefiere acelerar y dejar detrás camiones con grandes cargas. Evita en cada momento las situaciones de “tensión”.
El listillo.
En la mayoría de los casos no es ni por asomo un profesor de autoescuela, aunque lo parezca. Normalmente son personas que les ha costado sacarse el carnet, pero a base de masticar teoría han podido conseguirlo. Esa teoría se les queda grabada en la mente y consideran al resto de conductores como personas menos formadas que ellos. Ante cualquier situación remarcaran lo mucho que saben, y en más de una ocasión serán capaces de decirte las normativas tan cual se han escrito. Son sorprendentes y dignos de ver, discutir con ellos es imposible.
El justiciero.
Es un tipo de persona que cree que tiene superioridad sobre el resto. Ya sea por haber sufrido un accidente o por haber estado a punto de sufrir uno. No perdonará ningún tipo de infracción y usará todo lo que tenga en su mano para castigarla. El problema está en que sus formas no son las correctas. No confía en la justicia y cree que puede tomársela por su cuenta. En el peor de los casos es capaz de salir del coche y usar la violencia. Es un conductor con el cual es mejor no cruzarse, y en verano parece que su temperamento empeora.
El profesor.
Los hay por todas partes, saben todo al pie de la letra y, aunque tú ni te hayas dado cuenta, con ellos sabrás todas las infracciones que has hecho mal. Si, incluso parar el vehículo unos centímetros más de la zona marcada en el semáforo, puede ser algo remarcable para ellos. El punto bueno es que, si son amables, te pueden explicar bien las cosas. El problema es si estás estresado. Una clase moralista en depende que situaciones no interesan a nadie.
El competidor.
Dejamos el peor de todo para el final, encima parece ser que es el que más abunda. Busca presumir de experiencia/vehículo y en definitiva, de estupidez. El asfalto es su medio y vive por y para fardar. Las situaciones con este tipo de conductores siempre son incómodas. Lo peor de todo es entrar en su juego. Hay que olvidarse por completo de su actitud infantil. Al fin y al cabo suelen ser personas que ya acumulan un buen número de multas como escarmiento.
No vamos a negar que en algún momento puntual, todos nos hemos vistos reflejados en alguno de los perfiles. Desde Compralubricantes.com tu tienda de lubricantes online, te animamos a que lo compartas con tus amigos y os divirtáis. ¿Qué conductor eres tú?