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La grasa es una mezcla de un aceite básico lubricante con una base jabonosa que sirve de espesante, más un conjunto de aditivos que le dan las propiedades especiales de la grasa.
 
Para ciertas aplicaciones, las grasas pueden en ocasiones sustituir a los aceites lubricantes. Su uso, frecuentemente se restringe a zonas o partes en las que no se hace recomendable la utilización de lubricantes por requerimientos específicos.
 
La primera grasa lubricante se fabricó a finales del siglo XIX. Desde el principio, las grasas se basaron en jabones cálcicos (de calcio) y líticos (de piedra). En 1940 se desarrollaron las grasas líticas y una década después se lanzaron las grasas de jabón compuesto de aluminio. El tipo de jabón depende de las necesidades que se tengan y de las propiedades que debe cumplir para el correcto funcionamiento de las partes.
 
También existen grasas en donde el espesante no es jabón sino otros productos como arcillas de bentonita. El espesor o consistencia de una grasa depende del contenido del espesante, que puede fluctuar entre un 5% y un 35%. Este espesor es el que le confiere propiedades tales como resistencia al agua, capacidad de sellar y de resistir altas temperaturas sin variar sus propiedades ni descomponerse.
 
La propiedad más importante que debe tener la grasa es la de ser capaz de formar una película lubricante lo suficientemente resistente como para separar las superficies metálicas y evitar el contacto. Hablamos de la viscosidad (mm2/s), una de las propiedades más importantes de un líquido y que más rápidamente se observa.
 
A continuación encontrarás otras propiedades y factores a tener en cuenta cuando hablamos de las grasas:

  • Consistencia: Firmeza de la grasa. Si es demasiado blanda (suele ocurrir a temperaturas altas), se podría perder, trayendo consigo una falta de lubricación y originando fallos en las piezas. Si, por el contrario, la grasa es demasiado dura, el aumento de la fricción produce el incremento de la temperatura y origina la degradación de la grasa, pudiendo causar problemas de arranque. Como vemos, la temperatura de las piezas mecánicas son parámetros importantes que influyen en la rigidez de la grasa. Cuanto más elevada es la temperatura, mayor es la tendencia del aceite a separarse de la grasa, a evaporarse y oxidarse, produciendo el endurecimiento de la grasa.
  • Estabilidad mecánica: Mide el cambio de consistencia debido al uso.
  • Fluidez: Habilidad para ser bombeada.
  • Punto de goteo: Temperatura al cual se vuelve líquida.
  • Extrema presión: Capacidad para soportar cargas pesadas.
  • Estabilidad oxidativa: Resistencia a la deterioración debido a las altas temperaturas.
  • Resistencia anticorrosiva: Habilidad para formar una película protectora contra la oxidación.
  • Resistencia al lavado por agua: Habilidad para resistir la contaminación por agua y a despegarse en caso de agua contaminada.
  • Separación del aceite: Habilidades para mantener sus propiedades lubricantes y su consistencia.

 

Clasificación de las grasas


La clasificación más común de las grasas viene dada por su consistencia y está regulada por el NGLI (National Lubricating Grease Institute). Una grasa aumenta su consistencia al aumentar el contenido en espesante. La cantidad de espesante en una grasa varía desde el 5% (grasas muy fluidas) hasta el 35% (grasas muy consistentes). La forma de clasificar la consistencia se define por la penetración producida por la caída de un cono estándar en una muestra de grasa (Test ASTM-D-217). Dependiendo del valor obtenido en este test, las grasas se organizan en uno de los 9 grados que se muestran en la siguiente tabla definida por el NLGI. El grado 000 correspondería a las grasas más fluidas y el 6 a las grasas más consistentes. (ver imagen)
 

¿Cuándo utilizar grasa para el coche?


La grasa se emplea generalmente en aplicaciones que funcionan en condiciones normales de velocidad y temperatura. La grasa tiene algunas ventajas sobre el aceite. Por ejemplo, su aplicación es más sencilla, a la vez que proporciona protección contra la humedad e impurezas. Generalmente se utiliza en la lubricación de elementos tales como cojinetes de fricción y antifricción, levas, guías, correderas y piñonería abierta algunos rodamientos.
 
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