El problema de la aparición de bacterias en el combustible comienza con la presencia de agua dulce procedente de la condensación que se produce en las paredes interiores del depósito. Los microorganismos se instalan entre el agua y el combustible y, si encuentran oxígeno suficiente, proliferan y empiezan a absorber los nutrientes de los hidrocarburos, especialmente, si, además, encuentran las altas temperaturas regulares de un vehículo de uso profesional o intensivo. Si haces muchos kilómetros y tu motor trabaja muchas horas a temperaturas altas y constantes, es muy probable una proliferación exponencial de microorganismos, y se va a crear una reacción de bio-lodos ácidos que se acumulan en los depósitos (principalmente en los metálicos).

¿Y cómo perjudica todo esto a la mecánica del coche, moto, furgoneta, camión o autobús?  Obstrucción en filtros, inyectores, bombas de alimentación, corrosiones en componentes metálicos, peor arranque en frío, mala combustión, retardo en la ignición, mayor emisión de humos y CO2, mayor desgaste del motor y, finalmente, avería. En ese momento, seguramente hayamos llegado a una altísima concentración microbiana en el combustible y no quedará otra solución que un plan de choque en un taller especializado. Y no será sencilla la solución dado que, si las bacterias o mohos han proliferado en un ambiente tan hostil como es el depósito de combustible lleno, no van a salir de ahí así como así.

Nuestro consejo es actuar mucho antes, cuando se tiene sospecha de esta situación. "Síntomas" como pobre repuesta del motor, indicaciones de falta de combustible o humo negro saliendo por el tubo de escape nos indican casi con toda seguridad que podríamos tener un problema de contaminación biológica en el depósito de combustible que deberíamos atajar añadiendo aditivos biocidas que actúan como un insecticida pero para organismos mucho más persistentes.  Aquí os presentamos dos de ellos.

Aditivo XBEE

XBEE es un potentísimo catalizador usado desde 1995 en transportes públicos, trailers, buques de pesca, mercantes, remolcadores, vehículos agrícolas o maquinaria de obra pública para proteger los carburantes y mejorar su rendimiento. Es fruto de muchos años de investigaciones dirigidas en Japón por el doctor Shinji Makino combinando biotecnología y enzimas extraídas de hojas de árbol. Estos aditivos, por ello, no causan ningún daño al medio ambiente, ni, por supuesto, a los motores u otros componentes mecánicos.

XBEE es un aditivo líquido  compatible con todo tipo de carburantes y de motores que dispersan el agua, el fango y las bacterias que puedan encontrarse en el depósito de combustible, limpiando el sistema de alimentación del carburante y eliminando la acumulación de carbonilla en los motores.

Aditivar el depósito de carburante con estas enzimas significa menos agua, menos mohos, eliminación de bacterias, baja concentración de sedimentos y suciedad en el motor, menos consumo de carburante, menos emisiones de CO2, óxidos de nitrógeno y partículas y menos averías.

Es recomendable echar el aditivo natural XBEE en el tanque antes de repostar ya que el movimiento creado por el flujo de entrada del carburante en el tanque permite que se mezclen los dos líquidos de forma rápida y eficiente. Las enzimas empiezan a actuar en cuestión de media hora en esta época del año, aunque puede tardar varias horas a bajas temperaturas.

ADERCO B2200 BIOCONTROL

ADERCO B2200 BIOCONTROL es otro tratamiento biodegradable y 100% orgánico que elimina y previene la formación de todo tipo de bacterias -incluidos, sulfatos- y algas en los depósitos de combustible por sus propiedades bactericidas y fungicidas. Previene y destruye la acumulación de estructuras fibrosas en los filtros, mejorando su rendimiento, y no presenta cenizas en su composición. Además, es soluble en todo tipo de combustibles.

Antes de agregar Aderco B2200 al combustible, conviene drenar el agua que exista en los tanques, ya que, en la humedad, suele estar el origen del problema. Si la contaminación es severa, deben limpiarse los tanques y extraer el combustible a través de un filtro para limpiarlo tanto como sea posible. Si no existe esta opción de filtrar el combustible, debe aplicarse la dosis de choque, que no sólo mata los microorganismos sino que también rompe y dispersa la biomasa acumulada