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Si se quiere aumentar la vida útil del coche o, al menos, intentar tenerlo lo más cuidado posible, debemos tener en cuenta algunos puntos básicos. Hay pequeños trucos que ayudan a que el motor no trabaje de forma forzada, lo que prevendrá gran parte de la suciedad producida. Entre ellos, podemos destacar la de ser pacientes a la hora de arrancar y parar, evitando tratarlo de manera brusca o forzada.
Todos los amantes del motor cuidamos nuestro coche, unos más que otros, pero lo curioso es como cada uno le da más importancia a unos cuidados que a otros. En ocasiones, esta “discriminación” por importancia responde más a una manía que a un criterio objetivo, así que hoy, a parte de explicar los cuidados generales que debe tener un vehículo, queremos que nos cuentes en Facebook cuáles son precisamente, tus pequeñas manías.
El arranque y la parada
Por un lado, si le das 10 segundos al motor arrancado antes de circular, permitirás que el aceite lubrique correctamente el motor al iniciar la marcha. Por otro, si evitas parar de golpe, especialmente si vienes de una carretera rápida, estarás dando tiempo a que el aceite caliente no se quede carbonizado en la turbino. Este es uno de los motivos más frecuentes de rotura del turbo. Puedes aprovechar para descargar el coche dejando el motor encendido y cuando termines, apagar el motor quitando la llave.
Por otro lado, si conduces de forma progresiva, manteniendo una velocidad constante, sin acelerones y frenazos bruscos, además de conseguir ahorrar combustible, estarás cuidando la mecánica de tu coche.
No le quites el ojo al depósito
Otro pequeño consejo consiste en no apurar nunca el depósito, repostando cuando queda aproximadamente un cuarto para evitar que las impurezas que se posan al fondo entren al sistema de alimentación.
Otro truco relacionado con esta situación consiste en evitar repostar si un camión cisterna está recargando los tanques de la gasolinera, ya que igualmente remueve las impurezas que se asientan en el fondo de estos tanques.
Mantenimiento del motor
Con el paso del tiempo y el número de kilómetros recorridos, el motor del coche va acumulando suciedad que a la larga puede llegar a causar numerosas averías en el bloque motor. Por eso es importante mantener una buena limpieza interna del coche. Y además es algo que te permitirá ahorrar en reparaciones.
El polvo y las grasas adheridas a este elemento afectan de forma significativa a la temperatura, provocando recalentamientos internos y externos que a largo plazo acaban deteriorando a numerosos componentes. En este sentido, la subida de temperaturas puede repercutir gravemente en determinados elementos que se encuentran en contacto con el bloque motor. Son los que describimos a continuación:
- La suciedad en el radiador provocará fallos en el sistema de refrigeración que pueden causar graves problemas en carretera.
- Si el condensador de aire acondicionado acumula demasiados residuos, este se calienta y no podrá proporcionarte aire acondicionado cuando lo solicites.
- El polvo mezclado con el aceite o las grasas desprendidas por el motor pueden dañar seriamente a elementos como los manguitos de agua o el cableado del sistema eléctrico.
La revisión de las bujías es importante para el desempeño del automóvil. Revisa que la lengüeta de la parte roscante no esté demasiado pegada ni demasiado alejada de la aguja central. Observa también que no sea de color negro, ya que esto indica que la bujía está quemada o que la mezcla con el cilindro no es la adecuada.
Aceite y otros fluidos
La vida del motor depende, en gran medida, de la calidad del engrase. A parte de verificar el nivel de aceite cada 15 días, en cada revisión hay que sustituir el aceite y su filtro. No basta con añadir porque los lubricantes se degradan y pierden propiedades. 80.000 km. son razonables para cambiar el aceite del líquido de frenos; para los filtros de aire, combustible y polen, 30.000 km. podría ser un buen intervalo.
Lavado
Lávalo a menudo, teniendo en cuenta el uso que le des. Como hemos explicado más arriba, el polvo y el barro acaban perjudicando. Revisa también las rendijas de la entrada de aire y cada orifico del vehículo porque es fácil que se llenen de ramitas, insectos, hojas y otras cosas varias que si se quedan atascadas no permiten la correcta aspiración de aire al motor ni una penetración al viento adecuada.
Los cristales también deben estar limpios, por fuera y por dentro, ya que con el tiempo se va acumulando grasa o vapor.
Neumáticos
Calibra los neumáticos periódicamente, cuanto más viejos sean, haz la revisión más a menudo. Mantenerlos en el nivel que el fabricante anuncia te ayudará a reducir consumo de neumáticos y el de combustible. Además, de nada sirven los sistemas de frenado ABS o EBD si el neumático no está en las mejores condiciones. Para conservarlos, cuidado con los bordillos de la acera. Estos escalones son el principal causante de los destrozos en los neumáticos y rozaduras en las llantas.
Embrague
La duración del embrague no es eterna. Para saber si patina, mete segunda en parado y suelta el pedal de golpe: si el coche no se cala significa que la pieza está muy desgastada y debes cambiarla.
Frenos
El sistema de frenado también se desgasta y es esencial. Así que es mejor no llegar al punto de que el testigo te diga que debes sustituir las pastillas. Cuanto más frenes, antes tendrás que cambiarlas. Reduce con el freno motor cuando te sea posible y ahorrarás en pastillas de freno.
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